¿Y por qué no probar?,
Comenzar el día con un sentido ¡gracias! y una sonrisa.
Escuchar los latidos del corazón y volver a agradecer; estás vivo.
¿Qué es lo primero que piensas al despertar?
¿Eres consciente de que el Universo te regala un día más para disfrutar todo lo que la madre tierra nos da?
Un amanecer jamás será igual a otro, un día tampoco, un momento menos.
El día que vives hoy es único y se va rápido. ¿Por qué no disfrutarlo y agradecer con todo lo que traiga?
Respira en los momentos difíciles y vuelve a agradecer por el aprendizaje que te dejará esa situación, es un regalo para que seas mejor.
Tómate unos minutos para sentir tu cuerpo y la energía que tienes, no tienes nada que perder y mucho que recibir, incluso, más de lo que puedes sostener.
Lo normal es el bien, pero lo alteramos cuando decidimos sentirnos mal. La culpa no es del otro, es de cada uno como consecuencia de las decisiones que tomadas.
Decides estar feliz o deprimido, preocuparte u ocuparte, sonreír, aún por lo que parece malo, o amargarte, respirar y calmarte o explotar y frustrarte.
Decidimos el lado en el que queremos estar y la forma como aprovechamos el día.
¿Y por qué no probar?
Terminar el día con un sentido !gracias! y una sonrisa.
Escuchar los latidos del corazón y de nuevo agradecer, sobreviviste.
Tomarse un momento para decirle a al cuerpo físico lo bien que estuvo en el día y pedirle que descanse.
Agradecer las cosas que pasaron sin juicios. Recuerda que todo es un aprendizaje.
Si solo tenemos el presente, ¿por qué no disfrutarlo?
¿Por qué no probar el agradecimiento?