La mujer que está en la playa en frente del hermoso mar y sonríe soy yo, escritora de corazón.

Recuérdame por estas cosas

¿Qué piensas cuando crees que vas a morir? Lo descubrí nada más y nada menos que en un avión y en medio de las fuertes turbulencias que siempre producen un vacío en el estómago. Durante muchos años tuve el temor de morir en un accidente de aéreo y por cosas de la vida, viajar en avión por varias horas y largas distancias es parte de la rutina.

«Señores pasajeros estamos atravesando por un área de turbulencias, por favor verifiquen que los cinturones se encuentren abrochados». Después del anuncio comentarios como: «Dios que no se caiga este avión», «qué susto», «ay Dios mío» pusieron muy tenso el ambiente.

Las personas que amo, algunos lugares donde estuve, el último abrazo que dí y la última persona con la que hablé pasaron como fotografías en mi cabeza. Sentí nostalgia por estar lejos de casa, por los momentos especiales que me perdí.

Si muriera hoy partiría de este planeta con la satisfacción del deber cumplido, como dicen por ahí. Porque estoy feliz por las cosas las cosas que hice por mí y por los demás, por la escritora que soy, por las historias que compartí y que inspiraron a otros. Mentiría si dijera que solo fue una turbulencia, realmente pensé que era el final y eso es algo aterrador.

Después de que el avión aterrizó y camino al hotel surgió esta historia de vida y la necesidad de que quedara para la memoria de aquellos que me conocieron de una u otra manera. La mente no se detiene y más cuando pasas por un momento que impacta de verdad. Tuve miles de pensamientos, las palpitaciones del corazón las sentí en la garganta, es que el pánico se apoderó de las personas del avión. Obviamente la energía cambió –Ya no vamos a morir– dijo la señora sentada dos sillas silla delante de mi.

«Quiero que me recuerden por estas cosas» es la historia que me gustaría que alguien leyera el día que ya no esté.

Los momentos más felices: los simples.

El regalo más iluminado: la escritura.

Las emociones más grandes: mis sobrinos y los niños de la Clase de los Sueños.

Salir de la zona de comodidad: el paso más importante en mi crecimiento personal y profesional.

Lo más valiente: perdonarme y perdonar el pasado y lanzarme en un paracaídas.

La mayor conexión: en el interior.

Catarsis: Tailandia.

Lo más divertido: escribir.

Creer: intuición.

El viaje: vivir.

Lo más difícil de yoga: la flexibilidad.

La mejor inversión: uno mismo.

Amigos: pocos.

Montaña rusa: escribir la novela.

Lo que no deberíamos olvidar: el niño que tenemos.

Revelación: mi propósito de vida.

El mayor temor: vivir sin dejar huella.

Lo más engorroso: presentarme en público.

Quién soy yo: la historia que me tomó más tiempo escribir.

Tribu: lectores de corazón.

Últimos días: salud, lucidez, mi pareja y Rola.

Un espacio: el rincón creativo.

Conexión: energía.

Perseverancia: mis padres.

El vuelo más largo: Arabia.

Motivación: el discurso del director de la Escuela de Escritores en Madrid.

Una fecha: mi cumpleaños.

Un sueño hecho realidad: www.1esmasquepalabras.com