Pensé que el tiempo estaba perdido y que la espera no había valido la pena.
Sentí que las razones de la despedida eran una mentira, me costó entender
que el amor se fue con la ilusión de otro mañana, a quién quise engañar si dormías en otra cama.
La ausencia duele, pero no tanto como las huellas que dejaste.
Solo hay algo que alimenta el alma después de una adiós, el regreso.
Las olas del mar van y vuelven, pero tu y yo ya no somos eso.
Nuestro momento se esfumó cuando más aferrada a ti pensé que estaba.
Tiempo, razones, amor, camino, sonrisas eso queda en el pasado.
El amanecer lo disfrutarás en otros brazos que logren con lo que no pudimos, decidirnos.
Recorreremos otros horizontes y cada día más lejos el uno del otro.
En otra vida, quizás, en otros cuerpos. En otro tiempo y bajo otro sol u otra luna.
De tí, me despido hoy como un todo y como ninguna.