1. Prefiero callar en vez de discutir para no herir a los demás. Aprendí que guardarse las cosas solo complica las relaciones y afecta mi actitud frente a la vida. No me cuesta disculparme cuando me equivoco, pero si el error viene de la otra persona sí espero una disculpa y cuando no pasa me frustro.
2. Digo lo que siento, le guste a quien le guste. La sinceridad para muchos puede ser un problema, pero para mí es la tranquilidad al final del día. En la cama me preocuparía más pensar en lo que no dije.
3. Me gusta tenerla razón y por eso me cuesta tanto ceder si no la tengo. Así soy en la casa y en el trabajo. Si alguien me critica lo ignoro, pero en el fondo me afecta. A todos nos importa, quizás algunas veces demasiado, lo que piensen los demás.
4. Me espero hasta lo último para tomar decisiones. Consulto para evitar cometer errores, eso me da seguridad. Si algo sale mal, me cuesta aceptar la responsabilidad, aveces es más fácil culpar al otro.
5. En cualquier circunstancia busco conciliar. Lo hago más por mi tranquilidad que por la de los demás. No es necesario pisotear al otro para conseguir lo que uno quiere.
6. Me cuesta pedir ayuda, porque pienso que si lo hago se desdibuja la imagen de autosuficiente que proyecto. Trato de preocuparme menos y busco personas que me aporten para ser una mejor persona. No vinimos a este mundo a estar solos.
7. La soledad es un estilo de vida y la disfruto tanto como cuando estoy en familia.No me desvela tener pareja y la única aprobación que busco es la mía. Si alguien llega a mi vida disfruto de su compañía sin encasillar la relación en un prototipo.
8. Me gustan los retos, creo que así el tiempo tiene sentido. Intento y error es la forma de conseguir resultados. El arrepentimiento no es parte de la vida que decido tener. Mejor ser testarudo que conformista.
9. El camaleón es un ejemplo clásico de adaptación. Enfrento los cambios, aunque no sean los que espero. No hablo de sacrificios sino de aprendizajes. Creo en las señales de la vida, aunque no siempre las vea con claridad.
10. Si alguien me dice lo que tengo que hacer y tiene razón, actúo enseguida. De lo contrario, espero sin resistencia. La vida no es de un solo lado, de colores blancos y negros, hay momentos grises necesarios, aveces, para sobrevivir.
11. Creo en el romanticismo, aunque ya no escriba cartas de amor. Me emocionan las sonrisas de la gente en la calle y me entristece ver a alguien llorar. Aparento ser fuerte, pero en el fondo soy mucho más sensible de lo que todos piensan.
12. Trabajo por obligación, pero tengo lo que quiero y gasto el dinero en lo que me apasiona. Aún no sé si tengo un propósito de vida, pero eso no me desvela, soy feliz en familia y con los amigos que tengo.