¿De qué sirve el conocimiento si no se comparte?
Hay muchas maneras de empezar el día. Decidimos el caos o la calma. No depende de los demás, es muy común culpar al otro por lo que nos pasa.
Esta vez quiero compartir lo que yo llamo una rutina de hábitos emocionales que me ayuda a activar el cerebro desde que me despierto. Hay muchas practicas para empezar el día y creo que de todas lo más importante es la constancia para que realmente funcione. Jim Kwi es un empresario estadounidense y entrenador de negocios. Es el Fundador y CEO de Kwik Learning, una firma de aprendizaje y capacitación cerebral en línea con sede en Los Ángeles. El peor obstáculo para cambiar hábitos es uno mismo. La resistencia para salir de la zona de comodidad es la envoltura a quitar. Si quieres ver resultados, actúa.
Según Jim hay diez cosas que debemos hacer para iniciar el día. Comencé hace solo un par de meses y a pesar de que aún no completo todas las diez, he visto los resultados. Además porque incorporé a esta lista algo de mi aprendizaje con Jeffrey Allen, a quien espero conocer personalmente algún día.
Ser compasiva conmigo misma me ha ayudado a incluir poco a poco estos hábitos y a que la vida no se convierta en un drama por la incomodidad que generalmente traen los cambios.
Es cierto, no hay que hacer una cosa u otra solo porque los demás lo dicen, lo mejor es probar y darse cuenta por uno mismo si funciona. Sé constante, cree en ti, disfruta el aprendizaje y déjate sorprender por los resultados. No te angusties si olvidas hacerlo, solo sé consciente y comprométete contigo mismo. Los cambios cuando confías en lo que haces son mucho más efectivos.
1. Trata de recordar lo que soñaste. Al principio puede costar, pero ayuda a calmar los pensamientos.
- Estira el cuerpo en la cama. Imagina que las manos y los pies se expanden como raíces. Conecta con la tierra.
2. Haz la cama. Una forma de enviar un mensaje a tu cerebro sobre organizar el día.
3. Bebe un vaso con agua. Hidratas tu cuerpo que perdió calorías durante el descanso.
4. Cepilla los dientes con la mano contraria. Estar presente.
-Báñate con agua fría. Activa la circulación.
-Frente al espejo y en voz alta: Me amo, te agradezco y me permito tener el control de mi energía.
5. Ejercicios de respiración profunda. Ayuda a mitigar la fatiga mental. Oxigena el cuerpo.
-Empieza con meditaciones cortas. Calma los pensamientos, enfoca la energía dentro de ti.
6 Té para el cerebro. Aumenta el enfoque y la memoria.
7 Escribir un diario. Tomar notas aumenta la capacidad cerebral. Pueden ser sobre lo que vas a hacer en el día.
8. Ejercicio intenso de 3 a 4 minutos. No es la rutina del día, prueba con burpees, jumping jacks, etc. Lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro.
9. Smoothie de poder cerebral. Ciertos alimentos son muy buenos para el cerebro. Arándanos, aguacate, muchos más.
10. Lectura diaria entre veinte y treinta minutos.
Agradece cada día, llénate de amor haciendo cosas para y por ti. No decidimos cuándo morir, pero sí la forma como queremos vivir.
Hoy, yo decido vivir en sintonía con lo que soy, lo que hace sonreír y me da tranquilidad.
Atraigo a mí amor, personas y momentos que me brinden felicidad y alejo todo aquello que vaya en contravía de eso.
Gracias siempre a la inspiración que me acompaña y al amor que me motiva a escribir cada día.